La higiene y el aseo personal es muy importante y no podemos descuidarla, tanto por nuestro propio bienestar como por el de los que nos acompañan durante el camino o dentro del albergue. Vamos a pasar muchas horas ejercitando nuestro cuerpo por lo que tras finalizar cada etapa llegaremos al albergue cansados, sudados y posiblemente malolientes.
Posiblemente tengamos el impulso de sentarnos o tumbarnos a descansar sobre lo primero que encontremos, cosa que seguramente no va a ser agradable para el resto de peregrinos que estén allí.
¿Qué debe contener una bolsa de aseo personal para el Camino de Santiago?
La bolsa de aseo personal va a variar en función de cada persona y en la mayoría de los casos podremos recurrir a artículos que ya utilizamos en casa para nuestra higiene diaria, aunque no siempre vamos a tener estos productos en el tamaño o formato adecuados y que por su volumen pueden penalizar el ya limitado espacio del que disponemos en la mochila.
Algunas personas caen en el error de incluir en esta lista un exceso de equipamiento que sólo va a hacer que el peso y espacio en la mochila sea insoportable. Artículos como: secadores, maquinas de depilar, planchas, cosméticos… no son nada aconsejables. Podemos incluir una máquina desechable de afeitado/depilación y un bote de espuma de viaje si la peregrinación es larga. También hay que pensar que durante el camino encontraremos lugares donde adquirir artículos que podamos necesitar y así también nos evitamos cargarlos hasta ese momento.
Sea como sea la bolsa de aseo de un peregrino debería contener lo siguiente:
Gel y champú
Kit de botellas de viaje rellenables Moko
Está compuesto de un estuche transparente con cremallera y 4 botellas de silicona suave que podemos rellenar con la cantidad necesaria de nuestro gel y champú habituales, ocupando poco espacio.
Además del gel y champú también podemos utilizar los otros recipientes para guardar crema hidratante, after sun, crema solar, o lo que pensemos que vamos a necesitar. También podemos prescindir de alguna botella para dejar espacio para el resto de artículos de higiene y así aprovechar el estuche.
Cepillo y pasta de dientes
Podemos llevar nuestro cepillo habitual o si disponemos de uno plegable ahorraremos algo de espacio. Con la pasta de dientes lo ideal es llevar una tamaño viaje o si tenemos algún tubo casi terminado reservarlo para llevarlo al camino, siempre pensando en optimizar espacio y peso.
En el caso de no tener cepillo tradicional y solo eléctrico nos tocará comprar uno. Las mejores opciones son los plegables de viaje.
Opcionalmente también podemos incluir un enjuague de tamaño viaje e hilo dental.
MenMentadent Kit de bolsillo cepillo y pasta de dientes
Desodorante
Opcionalmente podemos llevar un desodorante para pies en spray si nos sudan mucho o tenemos problemas con el olor. No es recomendable en crema ya que ablanda la piel de los pies y puede favorecer la aparición de ampollas.
Desodorante masculino Adidas cool&dry 6 en 1 (50 ml)
Antiolor, antihumedad, antibacteriano, anti-manchas.
Desodorante femenino Dove Go Fresh (50 ml)
Otros
- Neceser donde guardar los artículos de higiene
- Peine o cepillo
- Papel higiénico o un paquete de clínex para sonarnos la nariz o por si durante el camino tenemos una emergencia… no hay que llevar un rollo entero, sólo un poco para que ocupe lo menos posible. En los baños de los albergues siempre encontraremos papel higiénico. La opción de llevar toallitas húmedas también es interesante, podemos sacar 4 o 5 y ponerlas en una bolsa pequeña de plástico con cierre ziploc
- Toallitas para limpiar las gafas
- Gel hidroalcohólico; un bote pequeño de bolsillo
Lavar y secar la ropa
Recomendación
- La mejor forma de empezar a recuperarnos del esfuerzo acumulado va a ser ducharnos lo antes posible, de esta forma, además de limpiar nuestro cuerpo, vamos a empezar a relajar la musculatura por el efecto del baño. Tras secarnos nos pondremos otra muda limpia y lo siguiente será ocuparnos de la ropa sucia.
- La ropa sucia la guardaremos en alguna bolsa para que no desprenda olores molestos y priorizaremos su lavado. Hay que tener en cuenta que contra antes la lavemos antes empezará a secarse. El momento de hacerlo puede variar en función de la disponibilidad de la lavadora, si las picas para lavar a mano están ocupadas, de si necesitamos comer antes de lavar, etc. Una vez hecho esto ya podremos descansar tranquilamente.
Lavar la ropa
No todos los albergues disponen de lavadora y, en aquellos que encontramos una, no siempre va a estar disponible; ya sea por la gran cantidad de peregrinos que harán cola para utilizarla o bien porque ésta pueda estar averiada. El coste de utilizar la máquina es de unos 3 o 4€ por lo que, a ser posible, es buena idea compartir el ciclo de lavado con otras personas. Así, además de ahorramos algo, permitimos que más personas puedan utilizarla. El alojamiento proporciona el jabón para la lavadora.
Todos los albergues tienen lavadero o una pila para lavar la ropa. Para no depender de lo que nos podamos encontrar y tener la tranquilidad de que pase lo que pase podremos lavar nuestra ropa, debemos llevar una pastilla de jabón para lavar a mano. No hace falta que sea muy grande, si ya tenemos una en casa podemos cortar un trozo y guardarla en una bolsa de plástico.
Pastilla de jabón natural Lagarto para lavar a mano
Un trozo de pastilla será suficiente para lavar la ropa en el Camino de Santiago.
Secar la ropa
Del mismo modo que sucede con la lavadora, algunos albergues disponen de secadora que será especialmente útil si decidimos hacer el camino fuera de la temporada de verano. Sin embargo lo habitual será poner a tender la ropa ya sea en el exterior si es posible o dentro de la habitación utilizando el somier o el pie de nuestra propia litera.
Llevar algunas pinzas y un trozo de cuerda nos puede servir para facilitar esta tarea o, en el caso de que nuestra ropa no esté del todo seca a la mañana siguiente, utilizarla para colgar alguna prenda de nuestra mochila y que se termine de secar al aire libre mientras caminamos.